Érase una vez, en un país
muy lejano, un monstruo sin nombre.
El monstruo deseaba un
nombre con todas sus fuerzas, así que el monstruo decidió salir de viaje en
busca de un nombre.
Pero el mundo es grande, así
que se dividió en dos para continuar el camino. Uno de ellos fue al Este y el
otro al Oeste.
El monstruo que fue al Este
encontró una aldea, allí encontró un herrero a la entrada.
-Oh, señor herrero, por
favor deme su nombre- le suplicaba.
-No pienso darte mi nombre- protestaba
el herrero.
-Si me das tu nombre, a
cambio, me introduciré en ti y te haré más fuerte.
¿En serio?- dijo- incrédulo.
-Si me vas a volver más
fuerte, te daré mi nombre.
El monstruo entró en el
herrero, y así el monstruo se convirtió en el herrero, Otto.
Otto era el hombre más
fuerte de la aldea. Sin embargo un día dijo…
¡Miradme! ¡miradme!-gritaba
Otto.
¡Mirad que grande se ha hecho
el monstruo en mi interior!
.-Grush Grush, Ñam Ñam,
Grumpf Grumpf, Glup-
El monstruo, que tenía mucha
hambre, se comió a Otto desde dentro, y volvió a ser un monstruo sin nombre.
Aunque también se introdujo
en el zapatero Hans…
Grush Grush, Ñam Ñam, Grumpf
Grumpf, Glup.
Volvió a ser un monstruo sin
nombre.
Aunque también se introdujo
en el cazador Tomas…
Grush Grush, Ñam Ñam, Grumpf
Grumpf, Glup
Una vez más volvió a ser un
monstruo sin nombre.
El monstruo entró en el
castillo para buscar un buen nombre. En el castillo había un niño enfermo.
“Si me das tu nombre, te
haré más fuerte” tentaba el monstruo al niño.
“Si logras que me recupere y
me haces más fuerte, te daré mi nombre” pidió el jovencito.
El monstruo se introdujo en
el niño. El niño se recuperó totalmente. El Rey estaba muy contento.
-¡El Príncipe se ha curado!
¡el Príncipe se ha curado!-gritaba alegre el Rey.
Al monstruo le gustó el
nombre del niño y también la vida en el castillo. Por lo tanto, aunque se moría
de hambre, se contenía. Aunque cada vez tenía más hambre, se contenía. Pero
llego a tener tanta hambre…
“¡Miradme! ¡Miradme! ¡Mirad
que grande se ha hecho el monstruo en mi interior!”.
El niño se comió a sus sirvientes
y a su padre, a todos.
Grush Grush, Ñam Ñam, Grumpf
Grumpf, Glup
Ya que no quedaba nadie, el
niño se fue de viaje. Caminó y caminó durante varios días.
Un día, el niño se
encontró con el monstruo que había ido al Oeste.
-Yo tengo nombre, es un
nombre muy bonito-
El monstruo que fue al Oeste
dijo:
-No necesitas un nombre,
puedes ser feliz sin uno. Somos monstruos sin nombre al fin y al cabo.
El niño se comió al monstruo
que había ido al Oeste. Aunque por fin había conseguido un nombre, no quedaba nadie
que lo pudiera llamar por él, aun siendo Johan un nombre tan bonito.
Este cuento es parte del anime “MONSTER” y nos permite
pensar algunas cuestiones que giran en torno al nombre.
¿Qué es un nombre propio?, ¿Cuál es la función del
nombre?, ¿El nombre, es propio o ajeno? ¿Es una monstruosidad no tener nombre?,
¿Por qué el monstruo del Este encuentra siempre una falla en su identificación?¿Acaso
no es hacerse un nombre propio el nombrarse monstro sin nombre?