lunes, 29 de febrero de 2016

Los perjuicios de la educación


En 1921 escribía Melanie Klein:

"La honestidad con los niños, una respuesta franca a todas las preguntas y la libertad interna que esto procura, influyen profunda y beneficiosamente en su desarrollo mental"(Klein 1921)

Klein proponía el esclarecimiento como un medio profiláctico de la neurosis o al menos de represiones innecesarias. Esta psicoanalista (que sería una de las mayores exponentes del psicoanálisis inglés), luchaba por una educación en donde se esclareciera las curiosidades del niño,  según el grado de madurez y el alcance de las preguntas.



El asunto  no es tan simple, pues la  forma en como sea tratada la curiosidad infantil tendrá repercusiones en la vida adulta. De la curiosidad puede surgir el amor hacia el conocimiento o por el contrario, su rechazo.


Según esta autora existen dos tipos específicos de perjuicios ocasionados por un mal manejo del educador al atender las  curiosas preguntas del niño. El prejuicio por amplitud y el perjuicio por profundidad.




El prejuicio por profundidad es ocasionado por una oposición a la curiosidad natural , al impulso de indagar lo desconocido.

 
 Al censurar la curiosidad sobre datos y fenómenos previamente supuestos, se reprimen las indagaciones más profundas, es decir el niño quiere saber el porqué del inicio y el final de las cosas;  y si se presenta una oposición autoritaria, se genera una inhibición para la investigación minuciosa,  ocasionando que, inconscientemente, el niño tema encontrarse con cosas que lo dañarán o  por otra parte miedo a tener que reconocer la falsedad de las ideas de la autoridad.


Frases como "la curiosidad mato al gato", son reflejo de la censura a la curiosidad y la existencia de una amenaza.


Este tipo de personas abrirán un camino a ese placer innato e indomeñable de preguntar, en el mejor de los casos hará que actúe sólo sobre la superficie. Identificamos al menos tres casos derivados de esta inhibición.


1.    Personas que, aunque posean el conocimiento de ciertos temas fracasan en los más profundos problemas de ejecución.

2.    Personas prácticas y adaptables que  aprecian las realidades superficiales pero son ciegas para las más profundas y no puede distinguir entre lo verdadero y lo dogmático.

3.    Personas con miedo a reconocer como falsas, las ideas que la autoridad impone como verdaderas.



Para el caso de perjuicio por amplitud, puede entenderse en dos tiempos. En el primero la represión afecta el impulso de conocer, ligando así una aversión a los temas "difíciles", "ocultos", "complicados" generando una falta de interés. Ulteriormente, si el niño ha superado cierto periodo inhibidor de su impulso por investigar, se obstaculiza el interés por nuevas preguntas ocasionando que profundice solo en pocos temas imponiendo  ignorancia en los demás. Aquí podemos encontrar a dos tipos de personalidades:


1.    El investigador que dedica toda su vida a un solo y especifico tema.

2.    La persona culta que puede ser hábil explicando algo muy específico de un tema al cual ha dedicado la mayoría de su vida y ser muy torpe ante lo nuevo o lo cotidiano.


Klein  siguiendo las teorías freudianas , afirmará que el tema primario que se censura y se reprime alude a las cuestiones de la sexualidad:


"El repudio y la negación de lo sexual y primitivo son las causas principales del daño ocasionado al impulso de conocer y al sentido de la realidad, y pone en marcha la represión por disociación."( Klein, 1921 pp. 35)


Se podría objetar que tal afirmación ya no es vigente porque parte de la educación actual es hablar sobre la sexualidad. Y aunque celebramos ese hecho, hemos sido testigos de que el esclarecimiento sexual no  pasa solamente por una cuestión de ignorancia.


Al hablar de sexualidad con los niños, puede ser que nuestro lenguaje corporal, titubeos, signos de  inseguridad se trasmitan. A veces importa más la forma en como lo decimos, que lo que realmente decimos.



 No se trata de abrumar a los niños con información,  se trata de ser honestos y respetuosos ante sus preguntas.


lunes, 1 de febrero de 2016

¿Cómo elegir a su psicoanalista? - 2da Parte




Ha  comenzado a preguntarse sobre su vida. Los amigos lo escuchan pero no lo comprenden, la familia lo presiona (estudia, trabaja, cásate, ten un hijo, educa, muere). 

¿Acaso habrá un lugar en donde pueda hablar libremente y así poder desliar sus ideas? 

Recuerda que alguna vez, le sugirieron visitar a un psicólogo (en ese entonces usted pensaba que eso "solo era para locos"), por curiosidad empieza a  googlear y encuentra una oferta de servicios que lo dejan abrumado. Y en su búsqueda encuentra: Psicólogo, Psiquiatra, Psicoanalista. ¿Cómo saber con quién acudir? 



Psiquiatra.


Mira que la persona que lo atenderá tiene en su sala de esperasus títulos de médico y una especialidad en psiquiatría. Pues el psiquiatra tiene una formación médica que le permite recetarle medicamentos si es que usted lo llegara a requerir. 

Lo hace pasar y observa en su biblioteca personal libros  gruesos con nombres extraños como: Philips Pinel,  Emil Kraepelin, Johann Weyer junto con unos manuales de farmacología.

Se siente como en una visita usual con el médico, con la diferencia de que este "Doc" si lo mira a los ojos. Usted se da cuenta que el "Doc" le sugiere que asista a un psicólogo ya que su "problema" es "mas" de tipo "emocional". Es así como usted sale con la cartera más ligera y unas pastillas que le ayudaran a dormir mejor.


Psicólogo(a).


Al llegar observa que la joven psicóloga lo recibe cordialmente y cuando usted habla, parece que todo desaparece y que solo existe en ese momento usted y ella.

Le empieza a decir que trabaja bajo un enfoque "humanista”. ¿Enfoque humanista? -dice usted. Ella le explica que existen varios enfoques dentro de la psicología clínica y a diferencia del psiquiatra no fue necesario estudiar medicina, ya que ella no está autorizada para recetar medicamentos.

Usted no quiere  meterse en embrollos teóricos pero también quiere saber si ha encontrado el sitio adecuado. Así que decide regresar algunas sesiones más. 

Conforme van pasando las sesiones, empieza a tener sueños extraños y hasta empieza a pensar mucho en su psicóloga. Al principio le parecía solo una jovencita recién egresada pero ahora le parece que es una mujer muy madura e independiente.  Un día mientras iba al supermercado se encuentra con su psicóloga acompañada de un joven extravagante, usted se siente furioso, ella lo ve y se acerca a saludarlo y le presenta al caballero que la acompaña.

Ahora no sabe de dónde vienen estos sentimientos e ideas que ocupan su mente. Tiene pena de confesar esas ideas con la psicóloga pues ella se ha mostrado siempre muy agradable y complaciente. Así que decide abandonar sus terapias.

Y ahora se encuentra como al inicio ¿quizá debería ir con un psicólogo o con una psicóloga fea para que no suceda lo mismo? Entonces escucha en la radio que hablan de un tal Sigmund Freud y como sus pacientes se enamoraban de él. Escucha una palabra extraña que luego la explicaremos: "TRANSFERENCIA”.

Gogglea el nombre de Sigmund Freud y lo primero que descubre es que ese señor es el padre del Psicoanálisis. Recuerda que en su primera lista había una especie rara de la tribu “PSI” llamada psicoanalistas y así empieza su aventura en el psicoanálisis  y es ahí cuando se pregunta: ¿Cómo elegir a mi psicoanalista? pero  espere … antes hay que ver  ¿Qué es el psicoanálisis?

No coma ansias amigo, en la próxima entrada de este blog hablaremos  sobre ello.