Ha comenzado a preguntarse sobre su vida. Los
amigos lo escuchan pero no lo comprenden, la familia lo presiona (estudia, trabaja, cásate, ten un hijo,
educa, muere).
¿Acaso habrá un lugar en donde pueda hablar libremente y así
poder desliar sus ideas?
Recuerda que alguna vez, le
sugirieron visitar a un psicólogo (en ese entonces usted pensaba que eso
"solo era para locos"), por curiosidad empieza a googlear
y encuentra una oferta de servicios que lo dejan abrumado. Y en su búsqueda
encuentra: Psicólogo, Psiquiatra, Psicoanalista. ¿Cómo saber con quién acudir?
Psiquiatra.
Mira que la persona que lo atenderá
tiene en su sala de espera, sus títulos
de médico y una especialidad en psiquiatría. Pues el psiquiatra tiene una
formación médica que le permite recetarle medicamentos si es que usted lo
llegara a requerir.
Lo hace pasar y observa en su
biblioteca personal libros gruesos con
nombres extraños como: Philips Pinel,
Emil Kraepelin, Johann Weyer junto con unos manuales de farmacología.
Se siente como en una visita usual
con el médico, con la diferencia de que este "Doc" si lo mira a los
ojos. Usted se da cuenta que el "Doc" le sugiere que asista a un
psicólogo ya que su "problema" es "mas" de tipo
"emocional". Es así como usted sale con la cartera más ligera y unas
pastillas que le ayudaran a dormir mejor.
Psicólogo(a).
Al llegar observa que la joven
psicóloga lo recibe cordialmente y cuando usted habla, parece que todo
desaparece y que solo existe en ese momento usted y ella.
Le empieza a decir que trabaja bajo
un enfoque "humanista”. ¿Enfoque humanista? -dice usted. Ella le explica
que existen varios enfoques dentro de la psicología clínica y a diferencia del
psiquiatra no fue necesario estudiar medicina, ya que ella no está autorizada
para recetar medicamentos.
Usted no quiere
meterse en embrollos teóricos pero también quiere saber si ha encontrado
el sitio adecuado. Así que decide regresar algunas sesiones más.
Conforme van pasando las sesiones,
empieza a tener sueños extraños y hasta empieza a pensar mucho en su psicóloga.
Al principio le parecía solo una jovencita recién egresada pero ahora le parece
que es una mujer muy madura e independiente.
Un día mientras iba al supermercado se encuentra con su psicóloga
acompañada de un joven extravagante, usted se siente furioso, ella lo ve y se
acerca a saludarlo y le presenta al caballero que la acompaña.
Ahora no sabe de dónde vienen estos
sentimientos e ideas que ocupan su mente. Tiene pena de confesar esas ideas con
la psicóloga pues ella se ha mostrado siempre muy agradable y complaciente. Así
que decide abandonar sus terapias.
Y ahora se encuentra como al inicio
¿quizá debería ir con un psicólogo o con una psicóloga fea para que no suceda
lo mismo? Entonces escucha en la radio que hablan de un tal Sigmund Freud y
como sus pacientes se enamoraban de él. Escucha una palabra extraña que luego
la explicaremos: "TRANSFERENCIA”.
Gogglea el nombre de Sigmund Freud
y lo primero que descubre es que ese señor es el padre del Psicoanálisis.
Recuerda que en su primera lista había una especie rara de la tribu “PSI”
llamada psicoanalistas y así empieza su aventura en el psicoanálisis y es ahí cuando se pregunta: ¿Cómo elegir a mi
psicoanalista? pero espere … antes hay
que ver ¿Qué es el psicoanálisis?
No coma ansias amigo, en la próxima
entrada de este blog hablaremos sobre
ello.

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