lunes, 25 de enero de 2016

¿Cómo elegir a su psicoanalista? - 1ra Parte



A donde ir cuando se advierte que algo se nos escapa, cuando la muerte hace presencia, cuando  la escenografía del mundo se cae y nos sentimos extranjeros de nosotros mismos, cuando la angustia se desborda y queremos nombrar nuestros inconfesables deseos.  ¿A dónde ir?

Hay una vieja caricatura que representa los senderos de un camino desolador. En ella se representa a un hombre cabizbajo recorriendo un camino , en un punto el sendero se bifurca , hacia un lado hay una iglesia con un sacerdote en la puerta y del otro hay un edificio con un psicoanalista. El  psicoanalista le dice al sacerdote: "-O tiene la impresión de haber pecado y es para usted, o no logra pecar y es para mí."

Es decir uno va al psicoanalista empujado por la angustia , buscando algo que no se sabe pero que tiene sabor, deseo. El psicoanalista no nos ayuda a conocernos más, en todo caso nos ayuda  a desconocernos y en ese desconocimiento se inaugura una posibilidad de ser.


¿Pero, entonces , un psicoanalista es un psicólogo? ¿Al psicoanalista van solo los locos? ¿Cuál es el sentido de un psicoanálisis? ¿Cuándo empieza y termina un psicoanálisis? ¿Es todavía vigente el psicoanálisis?   y sobre todo ¿Cómo elegir a mi psicoanalista?

Esta última pregunta da título a las entradas de este blog que estaremos publicando todos lunes. En estas breves líneas pretendemos abordar cuestiones como las anteriores dirigido a todos aquellos curiosos y ansiosos por comenzar un psicoanálisis pero también para aquellos viajeros del diván.

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